martes, 22 de abril de 2008

Reflexiones

Escuchaba en la mañana que Alejandro Cacho se quejaba de la policía de nuestro país ya que según los índices la corrupción ha aumentado unos cuantos puntos. Entabló una plática con un especialista en el tema y se discutió si con una reforma en el sistema policial, se podría mejorar el servicio que estos prestan y su imagen frente a la sociedad. Esto me hizo pensar en dos cosas:

1. La mordida sería más fácilmente evitada por muchos si no se "amenazara" con llevar al corralón al automóvil. ¿Para qué sirve el corralón? ¿A caso no es nada más para que Ebrard siga ganando dinero, pues es él quien controla las grúas? La infracción debería constar sólo de faltas administrativas (multa) y a menos que la infracción conlleve un accidente por estado de ebriedad o algo por el estilo, entonces y sólo entonces se aplica el corralón. Para las demás faltas está demás. 

2. Estoy convencido de que México, como nación y como pueblo y sociedad, pasa por un momento parecido al de la Edad Media. Por ello no serán ni unos cuantos años (¿30, 40?) ni mucho menos un cambio en el sistema policial lo que cambiará (valga la redundancia) la situación de los capitalinos. El cambio debe venir de la ideología del mexicano y hasta que no encuentre una identidad plena, primero como individuos y después como sociedad, no podrá tener una ideología clara y exitosa y cualquier cambio en el sistema seguirá acorde con el clásico refrán "la misma gata, no más que revolcada". 

También en el mismo noticiario dijeron que hoy es el Día Internacional del Planeta Tierra. ¿Y qué? ¿De qué diablos sirve tener un día si seguimos dañándolo? ¿De qué sirve si no nos damos cuenta de que al dañarlo sólo nos dañamos a nosotros mismos? Porque en un par de milenios el mundo cambia y vuelve a tener lo que ha tenido siempre y nosotros ya valimos. De qué sirven este tipo de institucionalidades si no van a producir ni una solución ni un cambio. 

Retomo con esto lo anterior, es cosa de un cambio de fondo, pero no de las instituciones, sino de nosotros como personas egoístas y obsoletas. Retomo mis entradas anteriores, hay que hacer un cambio a la reforma energética pero en serio; voltear a las energías alternas renovables; hacer que nuestros desechos, físicos y fabricados, se conviertan en nuestros combustibles; pensar seriamente EN CAMBIAR EL ANTICUADO TRANSPORTE PÚBLICO, para que el reino del automóvil se desvanezca (porque Ford tiene la culpa); para que los sistemas de enseñanza dejen de hacer que el individuo se aleje del saber y se acerque, sin armas ni protecciones, a un mundo que se lo traga, lo devora, lo seca y lo escupe sin más, esperando al siguiente. 

Hay que iniciar un debate sustancioso y que realmente nos arroje a soluciones y no a dimes y diretes que sólo quedan en bonitas y airosas cartas de "intelectuales" para que el gobernador de Jalisco no dé dinero a una megaconstrucción para los Mártires Cristeros olvidando que se gastan demasiados recursos en proteger y sostener demandas bizantinas. 

Hay mucho por hacer y hay que empezar por algún lado. Yo propongo pensar menos en nosotros y más en nuestro entorno, para que obtengamos más nosotros y todo nuestro entorno. Se aceptan propuestas...

2 comentarios:

EM dijo...

Yo propongo ser sensatos y saber que lo que ahorres hoy será algo que tus podrás disfrutar mañana. Tan simple como cerrar la llave del agua y tan dificil como pagar impuestos. Nadie dijo que sería fácil...

Melanie Forey dijo...

Me dolió la cabeza de pensar... ay me dió comezón... Y SI MEJOR TODOS LEYERAMOS A MAFALDA! Qué buena idea me aventé, no? BESOS :p