
Aquella vorágine que te traga y cuyo epicentro es el terrorífico "me van a sacar de la universidad" se va transformando conforme creces y en estos días en los que uno deja de ser universitario para convertirse en "profesionista", la cara del epicentro se transfigura y se convierte en "no voy a cobrar o me van a despedir". Esa vorágine quiso tragarme ayer, pero como uno ya está fogueado por años y años de experiencia de correrle a la vorágine, la libre por un pelo de rana calva. ¿Quería trabajo no? Pues ahí está lo que le pone sabor al caldo. Y mientras uno sigue en lo que sigue y todos los demás siguen en su bestial dominio del ser, el universo sigue en lo suyo y no se va a detener ni va a cambiar por ninguna reforma energética ni por que no tengas para pagar la renta ni porque se muera tu tío abuelo. El universo sigue y sigue en lo suyo, quizás por una eternidad, para nosotros, pero quizás para el propio universo es sólo un instante y también está corriendo de una vorágine que lo está acabando.
1 comentario:
Y aún quiero trabajo... ;)
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