martes, 15 de abril de 2008

Ayer

Melanie Catalin Forey Moreno obtuvo el día de ayer su grado de licenciada. Ahora sí podemos considerarnos todos unos colegas, en espera de que el título nos llegue por correo. Lo que más me gustó de su tesis (lejos de la parte de la justicia y el bien común, que a nadie le hace mal, pero hasta ella se aburrió) fue que conocí un poco más a Mafalda. Niña precoz de pensamiento e ingenua de convicciones, es la que enarbola los pensamientos de una época en que todos eran pueriles y creían que la democracia sería la varita mágica que resolvería los problemas; situación engañosa en la que han caído todos los intelectuales de todos los tiempos. Siempre en busca del elixir divino, sin darse cuenta de que lo tienen corriendo en las venas y sólo es cuestión de darse cuenta. 

¿Qué habría dicho Mafalda sobre los logros de América Latina en los últimos años? México se libra de la hegemonía de un partido por la democracia. Venezuela acaricia los sueños socialistas gracias a la democracia. Brasil se aleja poco a poco de la pobreza, ¿de quién es la culpa?, de la democracia claro está. Pero cuando uno se da cuenta de que vive en un país democrático sólo en las elecciones, entonces el encanto se va al W. C. 

Ahora, leyendo las editoriales de los periódicos, con respecto a la reforma energética, me doy cuenta de que los ciudadanos (bonito nombre adquirido gracias a nuestros amigos los revolucionarios franceses) no pasaremos jamás de ser unos meros espectadores, mirones cobardes y juiciosos. Hay un merequetengue endilgado por AMLO y nadie puede hacer nada. El presidente es un cobarde y nadie puede hacer nada. Los senadores y diputados se comen el país entero entre mordidas macabras y nadie puede hacer nada. 

¿Para qué luchar tanto tiempo por la "democracia"? ¿Por qué gastar tanta saliva y gritos y conciencia si después de todo, el poder termina por seducir a los facciosos? ¿Democracia? ¿Para qué? No sé qué diría Mafalda al respecto, pero por mí, creo que es mejor que el poder contagie a los demás (ambiciosos y deshonestos, mentirosos y resentidos) y nosotros nos pongamos a trabajar en (re)construir un mundo en donde se pueda respirar con tranquilidad. 

1 comentario:

Melanie Forey dijo...

¡Mi casi hermano Jorge Pablito! TE QUIERO MUCHO, gracias por acompañarme a mi desmadre... Gracias por siempre estar en mis "momentos especiales". Gracias por darle un espacio a Mafalda en tu blog... GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS...