viernes, 18 de abril de 2008

No me extenderé...

No pienso extenderme mucho en este tema. De hecho y si se puede lo concluiré cuanto antes. El presidente de Colombia llama terroristas a los mexicanos que, por algo, estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado. ¿Estudio, investigación, solidaridad? No lo sabemos, pero me imagino que si los estudiaban (como quien estudia a los gorilas) quiere decir que sienten algo hacia ese movimiento. Que sean o no terroristas, es distinto y lo sabemos. 

El presidente debería no decir cosas que no sabe y aunque las supiera, no está bien que las diga, pues representa a un pueblo y esa es mucha responsabilidad, la cual no entienden que tienen. Sin embargo, y en donde la puerca tuerce el rabo es que en México también le tiran al presidente de Colombia. Ahora la señorita Lucía, a modo de defensas o de simple ardor, dice que es él el terrorista, el paramilitar y el narcotraficante. 

¡Oh pues! Por un lado, se está pidiendo respeto por parte del presidente quien aparentemente no tiene pruebas para sostener lo que dice (si lo afirma que me lo sostenga, nada más no se vaya a cansar) y por otro, la señorita Lucía también le hecha de su ronco pecho sin tener las pruebas pertinentes. Porque hasta lo que la mayoría sabe, ninguno tiene pruebas y sus habladas no quedan más allá que en una discusión entre verduleras. 

Lo triste es que la Jornada, en la publicación de ayer, sí mantiene ese creciente enojo y rencor hacia el presidente Uribe simplemente con una fotografía y sus editorializadas y ladeadas frases. "Repudio", "Por nuestra raza hablará la UNAM", en general piden respeto pero no lo demuestran y caen en la eterna falacia de confundir la agresión con "el no dejarnos". 

Lo único que han logrado no es despertar el pensamiento de México, sino el resentimiento de muchos y la polarización de los más débiles (pobres, intelectuales) contra los más fuertes (ricos y sin cerebro). Tache a La Jornada, que como el PRD, va en pique, y por lo menos ha caído de mi gracia, pues tal parece que en ambos se esconden sólo los rencorosos que no proponen nada y se la pasan gritando y gritando y gritando y gritando.

1 comentario:

Eva en la Luna dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo. Hace falta mucho más que un berrinche de niña lastimada (que sí lo fue) y de un gobernante afectado por los problemas de su país y las consecuencias de sus actos (pues atacó a otra nación, a pesar de que sea "en beneficio de la humanidad") para resolver el conflicto creado por un ataque en una selva perdida.
La lucha contra los abusos (de todos), la guerrilla, el narcotráfico, los paramilitares y en resumidas cuentas la pobreza no es pretexto para hacer a un lado la buena vecindad y el respeto a los demás, sea un individuo o cien millones de ellos.
Y sobre el actuar de La Jornada... ¿qué hay de nuevo en eso? Hace rato que decidió convertirse en el "Corre la voz" de unos cuantos aferrados y cada vez más obcecados. Esta es sólo una más de sus campañas.