Cierto día caminaba una señora rumbo al autobús que la llevaría de regreso a su pueblo. Estaba realmente nerviosa, pues acababa de cometer un crímen horrendo en nombre de la venganza. Se dijo varias veces que estaría perdida si le preguntaban qué llevaba en el canasto; y se dijo varias veces que, prefería decir la verdad a parecer una mentirosa tonta porque seguramente iba a vacilar para mentir. Fue así como al subir al camión, el policía le preguntó:
"Disculpe señora, ¿qué trae usted en esa bolsa?"
"Visceras de..."
"¿Viseras? ¿De las que tapan el Sol? A bueno, pásele, pásele, no se estorbe el paso de la demás gente...".
1 comentario:
jaja, muy bueno !!!
oyeee, perd'i el mail al que me dijiste q te escribiera.., pero enviame un correo a gmail y platicamos..
un bacio!!!
lp
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