domingo, 28 de junio de 2009
jueves, 25 de junio de 2009
Un cambio
La vida no cambia con una Revolución, digo, no cambia para bien. Una revolución trae consigo incertidumbre, trae consigo desorden generalizado, trae consigo hambre y desolación, sin mencionar la violencia sinrazón que acarrearía. La solución, decía, es un cambio más en lo interior de cada uno de nosotros. Como mencionaba en otro artículo, todos los sistemas están conformados por hombres y como tal, si el hombre es el que está enfermo, tarde o temprano terminará por contaminar al sistema y se volverá al mismo ciclo confirmando la fantástica sociedad cíclica.
Ya hace mucho tiempo vino alguien con una idea magnífica pero poco a poco su grito de libertad se fue viciando y se convirtió en cosas que no debían ser. Su lema: ámense los unos a los otros. Su misión: traernos paz a todos. Hace mucho tiempo vino a nosotros la solución a todos nuestros problemas y qué hicimos. Sabemos la respuesta.
El fundamento de esa pequeña idea no tiene mucha dificultad para explicarse. Es fácil pensar que debemos amar al prójimo, pero es difícil hacerlo, sobre todo sabiendo que ese prójimo es malo ante nuestros ojos. Pero precisamente ahí está la belleza de ese dicho, se trata de confiar en el otro, se trata de lograr una empatía con él, pensar en su bienestar (y al mismo tiempo confiamos que él está pensando en nuestro bienestar) y de acuerdo con esto actuar.
Pensar en nuestro hermano decía esta persona que llegó hace milenios, ¿y ahora qué hacemos escudándonos en nuestra libertad? Dejo que ustedes contesten lo que mejor les parezca y estoy seguro de que se darán cuenta de que lo que digo es verdad. El cambio, amigos míos, está en nosotros mismos. Decía en el mismo artículo anterior del que hable antes que empecemos por pasos pequeños, sonrisas escurridizas, asentimientos con la cabeza para mostrar interés en el otro. No espero que salga nadie a querer dar de comer a todos los hambrientos, preferiría que ayudaran a su vecina viejita (la histérica de los gatos) con el mandado sin esperar si quiera las gracias… sólo háganlo. Digan a aquel que tira su colilla que no lo haga, y recójanla sin pensar que él (o ella) lo vaya a hacer primero. Por una vez en la vida no avienten el coche al de al lado nada más porque traen mucha prisa. Serénense.
Esto es de práctica, un poquito hoy, un poquito mañana, un poquito pasado mañana y así, de poquito en poquito se darán cuenta de que su círculo próximo estará cambiando y entonces sólo si sienten el impulso, salgan un poco de ese círculo y verán cómo los círculos más alejados van cambiando de lentamente, pero van cambiando. Una guerra es costosa en tiempos, dineros y no se diga en vidas; en cambio, un cambio (valga la redundancia) de actitud hacia la realidad por nuestra parte, significará mucho más.
La Revolución que no cambió nada
Es fácil encontrar entre mucha gente la conciencia de estar listos para cualquier estallido social. Están listos para cubrir el patio de sus casas con sangre a favor de un mundo mejor, de un mundo impoluto. Son personas que creen estar preparadas, física, moral y espiritualmente para inmolar sus vidas a favor de sus próceres y que al pensar así dotan de significado a la sangre que ahora corre por sus venas y quien sabe, quizás hasta puedan aparecer en los billetes de cien o doscientos pesos de los que usaremos dentro de unos cien años.
La idea simplemente me eriza la piel y me hace pensar que no saben lo que dicen, que quizás piensen que con otra revolución van a liberarse de los pagos de tarjetas de crédito, van a poder llevar a sus hijos a restaurantes de lujo, van a poder costear los precios de las medicinas, podrán comprar automóviles nuevos y no de segunda mano, podrán vivir la vida que siempre han querido. Craso error es lo que yo puedo decir.
Ninguna de las revueltas armadas ha proporcionado a México un verdadero cambio social; han cambiado los dueños de las tierras, los que ostentan el poder ya no fueron los mismos: primero los españoles peninsulares (revuelta) después los criollos (revuelta) más tarde los mexicanos liberales (revuelta) conservadores (revuelta) liberales (revuelta) Maximiliano (revuelta) Juárez (revuelta) Díaz (revuelta) PRI…
¿Verdaderamente el pobre dejó de ser pobre? ¿Realmente la condición humana del mexicano mejoró debido a la guerra que provocó un cambio? Por que es claro que los avances médicos y tecnológicos no esperaban a que México estuviera o no en guerra, a que tuviera a un dictador o que fuera un presidente el que tirara de las riendas, a que asesinaran a uno o embelesaran a otro. El mundo siguió avanzando y más bien fue el país el que tuvo que correr nuevamente para alcanzarlo y no rezagarse demasiado.
Claramente uno de los grandes impulsores de la tecnología, del progreso lo llamaban ellos, fue Porfirio Díaz y su grupo de científicos; pero él no dio a los indios lo que había buscado años atrás con las revueltas de Hidalgo y a pesar del cambio y el progreso al que llegaron, las condiciones en las que vivían campesinos, mineros, seguían siendo iguales.
Con la llegada de la Revolución Mexicana de 1910, se rompieron las ataduras de la cadena de una presidencia que parecía eterna. En 1810 se utilizó la justificación de la independencia; en 1910 fue la democracia la que movilizó a la bola. Y pasó 1810 y pasó 1910 y la bola quedó siendo bola, salvo la bola de cuates que se hicieron de la presidencia o de la bola de listillos que se convirtieron en caciques, pero la bola, la bola lo que conocemos la bola, bola siguió.
Existe, sin embargo otra clase de personas que también están casadas con esta espeluznante salida “inteligente” a los problemas (llamemos problemas al hecho de que ellos, los que llaman a los vientos de guerra, no están en el lugar de los que quieren tirar) y llevan aún más lejos sus intenciones al vestir con misticismo y proféticos acordes sus agüeros, escudándose en lo que llaman muy pomposamente: la sociedad cíclica mexicana.
Su teoría es muy conocida por muchos y dice más o menos así: “Cuentan la leyenda que cada cien años el pueblo sometido por sus tlatoanis (nótese la obligada vinculación con las más hondas raíces prehispánicas) se levanta en armas para desangrar a los que le quitan el pan y se aprovechan de ellos”. Y ya, con eso ya es seguro que en el 2010 va a haber otra revuelta para quitar a los burgueses, a los empresarios que son ambiciosos (claro que se les escapa el insignificante detalle (el diablo se esconde en los detalles) de que ellos, los que acusan, si estuvieran en la misma circunstancia que los acusado, harían lo mismo) y sólo quieren que dejemos de comer, que nuestras familias perezcan: porque son malos. Nada más estúpido.
Una guerra no es la solución para alcanzar un cambio en la sociedad. Una guerra sólo cambiará las estafetas y pondrá en el lugar de los de ahora, a otros que pronto tirarán los ideales con los que se apoyaron para subir, y se dedicarán a hacer lo que cualquiera haría: asegurar la supervivencia propia y de su descendencia, de los suyos. Pronto pondrán a amigos en lugares claves, pues actúan de la manera más lógica, confiar sólo en los confiables, confiar en el amigo porque es amigo, porque es leal, no porque sea el más adecuado sino porque permitirá mi supervivencia en una simbiosis sin igual.
En busca de la felicidad
lunes, 22 de junio de 2009
El monte
Sale con esta gente
Y entonces, después de culminar su radiografía sobre el susodicho (que no es político pero responde a las características del cacique político de los años cuarenta, curiosamente) viene la batahola de comentarios de fervientes admiradores que ven en las palabras de Ray la iluminación para justificar el proceder de su prócer. Y unos dicen "Cierto, no es fácil, por eso los maniqueos que no lo bajan de populista no han podido desaparecerlo", y otros salen con su burrada "Una explicación más sencilla de por qué lo siguen y lo odian: Simplemente realizó un gobierno exitoso en el D.F., comenzó a aplicar las políticas sociales que verdaderamente necesita el país" y continuaban en sus intenciones por equilibrar su disonancia cognoscitiva con comentarios como "SI UN PARTIDO ME DA EMPLEO, A MI Y A MIS HIJOS, ME DA SERVICIOS DE SALUD(DESDE CONSULTA, MEDICINAS, LABORATORIO, RX, HOSPITAL, ETC.)PARA TODA MI FAMILIA. Y A MIS SUEGROS, PADRES, E INCLUSO CUÑADOS DISCAPACITADOS LES DA $DINERO$, COMO SEA, QUE NADIE LES DA(NI SIQUIERA SUS HIJOS)MI FAMILIA Y YO VOTAMOS POR ÉL SEA DEL COLOR QUE SEA (quinta nota personal: es obvio que cuando el pan o el pri realizan también sus procedimientos para ganar los votos, entonces sí la gente dice que le están copiando al peje y eso está mal y no van a votar por ellos y si no me creen lean el siguiente comentario)", "Por eso Peña Nieto le copió enseguida y por eso despertó envidias entre aquellos que se ostentan como la vanguardia: la derecha anquilosada (sexta nota personal: a los que están a favor de López les encanta usar palabras rimbombantes para no descuadrar con "intelectuales" de la talla de Monsiváis, C. Fuentes o Elenita)", y hay quienes están extasiados porque alguien con autoridad (raymundo) dijo que manuelito no era político y se sienten extasiados porque así ya no sienten culpa en el quererlo, ahora sí no aman platónicamente a un político, aman a un semidios caído de Omeyocan, a porque no puede ser del Olimpo, dejaríamos de ser mexicanos si no buscamos explicaciones aztecas (ojo, no otomíes, no zapotecas, no: ¡aztecas!).
Y yo lo único que puedo concluir es que "si peña nieto o el que sea copio o no la “brillante idea” de amlo (q no vino con la idea por sí mismo, todos los programas, construcciones, etcétera, son cosas que ya se han planificado desde antes e incluso fraguados desde comités internacionales) ¿qué tiene de malo? ¿no se trata de lograr el bien para todos?
Parece que de lo q se trata es de descalificar a unos y enaltecer a otros y no, de eso NO se trata. Se trata de que todos estamos en el mismo barco y hay que tomar lo mejor de cada uno de nosotros para el bien de todos, no sólo del mío y de mi familia y ya, sino de un bien colectivo, tomando en cuenta nuestra mente, nuestro cuerpo, nuestro espíritu, nuestra sociedad y nuestro medio ambiente. Esa mentalidad de descalificarnos, de ver a pobres y ricos, de pensar que un político (AMLO) es la solución, es la que nos tiene a todos, como sociedad y como mundo, contra el suelo y la que nos mantiene en la mediocridad.
Si los ricos se dieran cuenta de que tienen que pagar buenos sueldos para que los empleados accedan a los productos que a su vez mantendrán como ricos a los ricos, todos saldrían ganando, pero no, hay que joderse al de al lado, y si los pobres se dieran cuenta de que no es con guerras (séptima nota personal: aquí debemos ver que hay muchos que se están creyendo la estupidez de la sociedad cíclica que cada 100 años se levanta en armas para destronar a los malditos ricos, estúpido pensamiento) como se va a salir adelante, no es odiando al rico, no es odiando al que tiene más, sino trabajando, superándose, viendo siempre hacia adelante y no arrastrando rencores por fracasos que producimos nosotros mismo, entonces la sociedad olvidaría su egoísmo, ese egoísmo en el que caímos al buscar la libertad y saldríamos adelante… pero creo q ustedes (octava nota personal: los que creen en el yo, después yo, y al final yo, los que ven en el peje al salvador y no ven en sus manos la solución, los que creen que se trata de enlodarse en dinero hasta la nuez) nunca entenderán esto…
domingo, 21 de junio de 2009
A temblar
El resto de la gente ya sabe que TODOS son iguales, y aunque haya quien piensa que el anterior es un argumento que carece de fuerza, es verdadero, aquél que se inicia en la política es para escalar rápido, ganar mucho dinero y todo bajo el precio de sus escrúpulos y su honradez. Y mucha gente, siguiendo la vertiente de la democracia moderna que funda todo en la libertad de elegir lo que beneficia a cada quien (egoístamente, sin pensar en el otro, mientras aquél candidato me dé a mí una migaja más, estaré con él hasta la muerta, mientras me enseñe que está a favor de la lucha, por lo menos de "dientes pa' fuera" le doy hasta los calzones) ha decidido jugar el juego de la democracia a su modo, dándoles un revés a los partidos, anulando su voto.
Porque una cosa es clara, irán a las urnas, se presentarán ahí y les dirán a los partidos políticos (sí a esos que están a favor del aborto pero en contra de la pena de muerte, o viceversa, o lo mismo pero más barato, y que pretenden "vender" sus propuestas a cambio de votos para mantenerse en la perpetua, sin darse cuenta que la mejor manera de su situación sea perenne es cumpliendo su palabra y ofreciendo bienestar a todos, para que a su vez se les regrese un poco de ese bienestar y la rueca gire ad aeternitas) no nos convencen, ninguno de ustedes tiene los tamaños para gobernarnos, hoy les damos una bofetada con guante blanco y ustedes están temblando por eso.
Es un fenómeno muy interesante, imaginemos que una gran proporción del electorado vota en blanco, que el 60 o el 70 por ciento dice, ustedes NO me representan, ¿qué ocurrirá después? ¿Qué pasará con los partidos políticos, o más bien dicho, a quiénes representarán los partidos políticos? Si lo anterior sucediera querría decir que la gran mayoría de los mexicanos NO estarían representados, que una minoría estaría formando el congreso (otra vez con minúsculas) y que la democracia, donde la mayoría decide, no estaría funcionando, porque la mayoría del pueblo no estaría representada, y no tendríamos por qué aceptar ninguna reforma que se hiciera pues ninguno estaría representado y se daría un fenómeno intersantísimo y digno de verse en las democracias: ¿y qué si nosotros, el pueblo, el que tiene el poder, queremos otra cosa?
Pero entonces algo nos estaría uniendo: la no-representatividad, y al no estar formando parte indirectamente del gobierno, no tendríamos por qué pagar los sueldos de nuestros empleados, porque no tendríamos empleados a quién pagarles, por lo que resultaría absurdo pagar impuestos hasta no encontrar al empleado ideal a quien pagar. Y entonces sí, la cosa se pondría aún más interesante y el pueblo, ese que pidió el voto nulo tendrá que organizarse para presionar con más fuerza a los empleados de los partidos políticos para que hagan lo que deben hacer y se den cuenta que no se trata de vender licitaciones o de quedarse con un pedazo del pastel sino rolar los beneficios para que todos ganemos.
Concluyo que si una gran parte del electorado vota por la anulación, estará enviando un gran mensaje a la clase política, cuyos efectos ya se están viendo en las respuestas de ésta, pero se necesita de un orden milimétrico para que esta posibilidad de tener "el sartén por el mango" no se convierta en un "ya merito", en una pifia o en algo que siempre recordaremos con gusto y con vanagloria propia pero que jamás llegó a ver sus últimas consecuencias, las cuales ninguno de nosotros es capaz de vislumbrar verdaderamente.
jpcg